jueves, 2 de abril de 2015

Echarte... de más

Has vuelto. 
Has vuelto a mi cabeza. No eres bienvenido.  
¿Por qué te empeñas en aparecer en el momento más inapropiado? 
No. No lo consiento. 


Vuelven a mi mente tus bromas, tus caricias que aquel día nos regalamos. Caricias que duelen como puñales que marcan mi piel. Esas cicatrices ahora sangran. 

Te habías ido y pensaba que habías cerrado la puerta pero al parecer te ha dado la gana de entrar por la ventana, así, sin permiso. Sin ni siquiera llamar. 
Empiezo a recordar tus pecas, tu corazón acelerado y tu media sonrisa.
Pero bueno, otra vez volvemos al punto de partida, tú con tus idas y tus venidas y yo totalmente descuadrada. 
Todo el mundo me decía que bastaba con enamorarse de la persona, no del físico ni de otra cualidad. Pero a ver quién coño me dice cómo arreglar esta situación, ahora cuando sé que me enamoré antes de la catástrofe que de un corazón. 

Eres todo lo que no quiero. 
Eres todo eso de lo que quiero deshacerme porque me hace tanto daño que ni las lágrimas me sirven de desahogo. Solo puedo abrir mi pecho y vomitar todas estas frases y ahogarme en ellas.
Eres todo eso que no quiero. Eres ese culín de la cerveza que queda en mi botella y que tan amargo sabe. Primera botella en la que no sé si ahogar mis penas o mi persona. 
Noto el sabor de el alcohol, reconozco el sabor de tus labios al recordar ese día. 
Eres esos bordes de la pizza que no me como aunque realmente, te comería a besos. 
Eres ese primer día de otoño que trae consigo frío y frío es lo que trae tu mirada. 
Eres ese "20 minutos para el próximo tren" que tanto me retrasa en mis planes, aunque me daría igual ponerte como excusa cuando lleguara tarde si eso significa haber pasado contigo el mejor día de mi vida. 

Pero seamos realistas, no sé qué eres, no sé quien eres. 
Estoy hecha un lío porque pensarás que ni yo misma sé lo que siento y aunque me joda, tienes razón. 
Eres la única persona a la que ahogaría pero solo si fuera con un abrazo. 

Escribo sobre esto porque no tengo ni puta idea del amor. No tengo ni puta idea de tu vida, pero tengo aun menos idea de la mia propia. 
Asique por favor, deja de interrumpirme cada vez que intento conocerme un poco más. Deja de interponerte en mi camino. O bueno, al menos cuando lo hagas, ten la decencia de traer verano en tus abrazos y primavera en tus besos.